Autoridades rusas desmantelan secta de inspiración islámica
cuyos integrantes estuvieron al menos dos décadas en reclusión; entre
los “muammin”, “los creyentes”, había niños que nunca habían visto la
luz del sol.
Esta semana los medios rusos, y después
los del resto del mundo, dieron a conocer el sorprendente caso de una
secta de inspiración islámica cuyos miembros se mantuvieron aislados del
mundo por 20 años, unas setenta personas entre las cuales actualmente
hay ancianos y niños, y quienes se llamaban a sí mismos muammin, palabra árabe que se ha traducido como “creyentes”.
El líder del grupo era Faizrakhman
Satarov, un clérigo octogenarios que aseguró haber recibido revelaciones
divinas a propósito de la separación que debía existir entre los
verdaderos musulmanes y el resto de la sociedad.
Satarov llevó a cabo su cometido en
Kazan, capital de Tatarstan, una región al este de Moscú que está
considerado como un estado islámico independiente. Ahí sus seguidores
construyeron casas y debajo de estas cuartos subterráneos donde
habitaban (con dos y hasta 4 niveles de profundidad).
“Estamos listos para morir aquí, por Alá y por el Islam verdadero”, dijo Razif Garifullin, un anciano miembro de los muammin que instó a sus compañeros a resistir ante la posible destrucción de su residencia.
Por otro lado, los servicios de
asistencia social rusos tomaron a su cuidado a una veintena de niños,
quienes nunca antes habían recibido atención médica ni asistido a la
escuela, y se dice incluso que algunos ni siquiera habían visto la luz
del sol.
Con todo, esta no se trataba de una
secta secreta. Si bien los vecinos del lugar no sabían qué ocurría
detrás de las paredes del complejo habitacional, aseguran que los muammin se veían como personas normales.
Igualmente Rafik Mukhametshin, director
de la Universidad Ruso-Islámica de Kazan, lleva más de una década
estudiando el desarrollo de la secta, labor que le permite sospechar que
detrás de la acometida de las autoridades rusas contra los muammin se encuentra un intento por coartar la libertad religiosa.