
Andres dice que, para pelar un coco se necesita concentración, fuerza en la mandíbula, fuerza en los dientes y poder de Dios.

Aunque sus vecinos lo han visto hacer otras cosas increíbles con sus dientes, nadie se explica porqué a Gardin no le dan el Guinness, a pesar de innumerables visitas de reporteros y del pedido de apoyo que ha hecho a la Presidencia.

El humilde taxita ha pelado “más de 100 000 cocos” desde que tenía 11 años, edad en la que vio cómo su padre furioso pelaba con los dientes un coco que minutos antes le había caído sobre la cabeza, dejándolo inconsciente.Andres Gardin espera contar con el apoyo, y desea que su nombre este en el Libro Guiness de los Récords.