Aun con las manos atadas, un joven se apoderó de un "cuerno de
chivo", despojó a escoltas de un empresario de una camioneta, manejó un
par de cuadras e hizo frente a agentes.
Un
joven que permanecía secuestrado aprovechó un descuido de sus captores,
aun con las manos atadas tomó un arma de fuego y mató a dos de los
delincuentes.
Semidesnudo, emprendió la huida de la vivienda
marcada con el número 3346 de la calle Monte Líbano del fraccionamiento
Lomas Hacienda Residencial en Tijuana, Baja California.
La víctima de unos 40 años de edad se encontró dos cuadras adelante con una camioneta, a la que trató de subirse.
Como
los ocupantes se opusieron, el joven armado les disparó y los mató.
Luego se identificó a las víctimas como Luis Enrique González Sifuentes,
de 41 años, subteniente en retiro del Ejército y Roberto Fernández
Uribe, de 45, quienes resultaron ser escoltas de un empresario.
Aun
con las manos atadas y portando el fusil AK-47, conocido como cuerno de
chivo, el plagiado pudo conducir la camioneta pero en la calle Monte
Cáucaso se topó con dos patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública
Municipal.
Abrió fuego contra los agentes municipales, lo que
provocó que los uniformados repelieran el ataque, dando muerte de al
menos tres balazos al secuestrado, cuyo cuerpo quedó sobre el volante.
Minutos
más tarde, la zona se vio copada por un centenar de agentes
municipales, estatales y federales para iniciar las investigaciones.
Los
policías informaron que en la casa de seguridad de donde escapó el
plagiado, encontraron varios paquetes con al menos 20 kilos de
mariguana, dos armas de fuego cortas y dos cuernos de chivo.
De
acuerdo con el comandante de la Policía Ministerial, Adán Velázquez, la
víctima pudo haberse encontrado en estado de shock, por lo que vivió
durante algunos días.
Sobre cómo los agentes municipales pudieron
ser atacados a balazos si el secuestrado estaba con las manos atadas y
manejando, el comandante solo indicó que estos hechos se determinarán
conforme avancen las investigaciones.
Vecinos del lugar afirmaron
que la casa de seguridad donde se encontraba el secuestrado era
visitada constantemente por patrullas municipales.
Detectives de
homicidios llegaron a la casa de seguridad e iniciaron con las
pesquisas, encontrando en la casa del inmueble a dos sujetos muertos
identificados como David Vargas López y Édgar Javier Paredes Ortega,
ambos con varios impactos de bala.
Siguieron las huellas de huida
del secuestrado y dieron con los cuerpos de los guardaespaldas,
levantando de la escena del crimen 14 casquillos percutidos.
Los
oficiales vinculados con estos hechos, quedaron a disposición del agente
del Ministerio Público del fuero común para su declaración
correspondiente.
Asimismo, se dio parte de estos hechos a la
delegación estatal de la Procuraduría General de la República debido al
hallazgo de la mariguana, así como por las armas largas de uso exclusivo
del Ejército.
Cabe señalar que hasta el momento la Procuraduría
General de Justicia en el Estado no ha establecido si efectivamente la
persona muerta por los municipales se encontraba secuestrada o estaba
retenida por algún ajuste de cuentas entre narcotraficantes.
Ante
esto, se informó que las indagatorias de estos hechos se llevarán a
cabo tanto por la PGJE como por la Procuraduría General de la República.....