Investigadores de la Universidad de Villanova descubre que las
búsquedas de porno en Internet cumplen con una periodicidad de seis
meses, fenómeno sorprendentes cuyas causas toca ahora conocer.

Y en esto el porno no es una excepción.
Tomando en cuenta que, en esencia, se trata de un tipo de consumo, la
búsqueda de pornografía en Internet también cumple con temporadas que
investigadores de la Universidad de Villanova tuvieron el acierto o al
menos la curiosidad de registrar.
Su método fue sencillo: hurgar en las
búsquedas que se realizan con Google de términos como “porn”, “xxx”,
“xxvideos” y otros del mismo campo semántico, utilizando para ello el
servicio de Google Trends. Para confrontar los resultados, el equipo
realizó un levantamiento de datos neutros para establecer así un tipo de
grupo de control.
Sorprendentemente, los investigadores
encontraron un ritmo semestral en la búsqueda de dichos contenidos (el
cual no se presentó con las palabras neutras): picos y valles del porno
con una recurrencia claramente discernible de seis meses.
Asimismo, parece ser que este patrón
podría no limitarse a Internet, pues otras palabras asociadas con la
prostitución o con sitios de citas también cumplen con la misma
periodicidad.
Pero este es apenas el inicio. Ahora
falta investigar por qué sucede todo esto, qué causas tiene y también
qué implicaciones, de qué manera está conectado con otros fenómenos
colectivos (económicos, políticos, etc.) y otras aristas de esto que se
antoja simultáneamente complejo y elemental: complejo por las muchas
circunstancias presentes y elemental porque parece reducirse a esa
potencia básica que anima tantos de nuestros actos aun sin que nos
percatemos de ello: el deseo sexual.