viernes, 27 de julio de 2012

Sobre la matanza de la premier de Batman: caos, sincronicidades y arquetipos

La masacre de Aurora parece ser una irrupción de la energía del caos --y de la ficción-- en la realidad colectiva: El Guasón vuelve a jugar con nosotros y de manera extraña las fuerzas del universo, la dualidad inherente, ejectuan su danza equilibrista.

Las películas nos han robado nuestros sueños. De todas las traiciones esta es la peor
F. Scott Fitzgerald
La premier de Batman en Aurora, Colorado, a unos kilómetros de la matanza de Columbine, será recordada como un evento trágico, en el que la ficción y la realidad se mezclaron de manera terrible y una oscura profundidad de la psique humana surgió a la superficie. Dark Knight Rises: el Caballero de la Oscuridad se Alza. Esto en cierta forma ocurrió y 12 personas murieron (incluyendo un niño de 12 años) y 58 fueron heridas cuando James Holmes disparó al público —algunos de ellos disfrazados de Batman— con un sofisticado arsenal (se calcula que en total las armas que obtuvo podrían llegar a un valor de 20 mil dólares). Estados Unidos entró en un estado de shock al ver cómo el nuevo templo, el cine, era violentado por un sociópata fanático, que dijo ser El Guasón.
La función había empezado, los habitantes de Aurora estaban presenciando un moderno ritual, proyecciones de la cueva platónica de los sueños, el héroe que hace suya la sombra para proteger a una ciudad de las fuerzas del caos (según algunos críticos una poderosa obra del director de Inception, Christopher Nolan).  James Holmes, de manera aún inexplicada, logró dejar su asiento para regresar con una panoplia de armamento a la sala. Poco antes había teñido su cabello de rojo, el color de las fuerzas indómitas, mimetizando el color del cabello de Heath Ledger, un actor que, absorto en su caracterización de El Guasón, murió poco después de este papel. Entre las drogas que encontraron en el cuerpo de Ledger estaba el Vicodin, una sustancia que Holmes también optó por consumir.

No hay comentarios: