Autoridades estadounidenses estrenan en la
frontera con México un sofisticado dispositivo que detecta si una
persona miente al responder una serie de preguntas, tomando en cuenta
factores como el volumen y el timbre de voz o el tiempo que el
interrogado tardó en responder.

Quienes cruzan por tierra la frontera
estadounidense, provenientes de México, deben contestar a las preguntas
que un sistema automatizado realiza, un rostro entre robótico y
caricaturesco que desde una carcasa similar a una ATM busca saber con su
voz mecánica si el individuo lleva un objeto destructivo consigo, si
contrabando o algún otro cargamento ilegal. Y esto no es todo.
El dispositivo detecta la respuesta y
también cómo fue proferida esta, con qué volumen y velocidad de voz, si
quien la dijo titubeo antes de responder, etc., datos que son procesados
para elaborar un primer dictamen que reciben los agentes fronterizos,
expresado en los colores rojo, amarillo o verde según el sistema
considere el nivel de riesgo del examinado.
Así, se implementa uno de los primeros
productos de un campo de investigación todavía incipiente, conocido como
“evaluación de credibilidad” con el que se intenta conjugar todos esos
elementos psicológicos, emocionales y cognitivos presentes en una
conducta, sobre todo cuando esta implica comportamientos considerados
socialmente ilegales.
Con todo, el método todavía no es todo
lo perfecto que algunos quisieran, pues según aseguran sus
desarrolladores todavía no existe el dispositivo que señale con
efectividad y certeza absolutas el momento en que una persona está
mintiendo.
Asimismo, otros especialistas consideran
que esta tecnología podría usarse no solo en situaciones como la del
tránsito fronterizo, sino también en acontecimientos deportivos a gran
escala, seguridad de edificios e incluso procesos de contratación de
personas.