Macerando plantas de marihuana en vino, el chef californiano
Herb Seidel está imponiendo una nueva tendencia en las finas artes de la
enología.
En
California —donde está permitido el consumo de marihuana con fines
medicinales— el chef Herb Seidel está imponiendo una nueva tendencia en
el refinado arte de beber vino: introduce plantas de marihuana en las
botellas con el fin de que se maceren y contagien sus propiedades a la
bondadosa bebida.
El vino resultante de este proceso se ha dado en llamar “vino verde” o “vino de árbol” (“tree wine”; tree se le llama al brote de marihuana por el parecido que tiene con un árbol).
Por ahora Seidel ofrece su creación
únicamente en catas y reuniones privadas, pero se reporta que ya algunos
vitivinicultores locales apartan un par de barricas de su producción
anual para poner a dormir ahí, en un plácido sueño de efluvios
cannábicos, un buen manojo de ganga.
Solo esperemos que tanto estos
productores de vino como el chef Seide —además de otros que quizá pronto
sigan su ejemplo— utilicen para dicho fin marihuana cultivada por ellos
mismos con procedimientos naturales, para que sustancias altamente
tóxicas como los pesticidas o los fertilizantes no arruinen tan
apetecible comunión.