Como mirando nuestro cuerpo en un
desdoblamiento astral, la Tierra y la Luna fotografiadas por la sonda
Messenger de la NASA, nos muestran como parte del firmamento luminoso,
sistemas binarios flotando en el universo.
Pocas cosas producen una sensación
similar a ver a la Tierra desde fuera, como en el desdoblamiento astral
vemos nuestro cuerpo dormido. La luz que refleja la Tierra, la Tierra
como una estrella desde otro planeta y la Luna como su pareja
inseparable.
La imagen fue tomada por el explorador
mercurial de la NASA MESSENGER (Mercurio es el dios mensajero y el dios
de la alquimia a punto de caer al Sol y convertirse en oro) a 114
millones de millas de la Tierra y por primera vez podemos verla de esta
forma. La icónica imágen de la Tierra tomada desde la Luna nos
dimensionó en el cosmos, como habitantes espaciales de una perla azul;
se han tomado otra imágenes de la Tierra desde Marte y Saturno, pero
esta de Mercurio tiene un efecto especial.
En un universo paralelo, los habitantes
del planeta de Hermes mirarían la Tierra y la Luna y, debido a que
comparativamente con otras lunas y sus planetas su tamaño es similar,
pensarían que se trata de un planeta doble, tal vez compartiendo
civilizaciones, y quizás no se equivocarían. Después de todo la Luna y
la Tierra fueron parte del mismo cuerpo planetario: son doppelgängers, dos caras de una misma psique colectiva.