Marta Yegorovnam, habitante de la ciudad de Petrozavodsk, dio a
conocer imágenes de una criatura supuestamente extraterrestre que había
guardado en su refrigerador y que habría sido confiscada por la Academia
de Ciencias de Rusia
Rusia se ha convertido recientemente en
el centro de los más extraños avistamientos –o de las más extravagantes
farsas forteanas. En los últimos meses se han desenterrado tres
cadáveres de supuestos extraterrestres en la nieve siberiana o en
ciudades lejanas de la capital creando cierto furor mediático, siempre
rodeado del aura del hoax.
La última aportación es una “forma de
vida” alienígena supuestamente capturado por Marta Yegorovnam en la
ciudad de Petrozavodsk, la cual guardó por dos años en el refrigerador
(¿porque qué otra cosa harías tú si te encontraras un cadáver de
extraterrestre? Prudencia, prudencia ante ultramundo).
Yegorovnam ha publicado cinco fotos de
este espécimen, que obtuvo de un supueste choque de OVNIs, luego de que
dos hombres confiscaron el cadáver hace unos días, aparentemente para
ser estudiado por el Centro de Investigación Karelian.
El escritor de lo paranormal Michael
Cohen dice que “no se debe descontar la posibilidad de que se trate de
un verdadero extraterrestre”. Es cierto, esa posibilidad no se debe
descontar, sin embargo tampoco se debería descontar la posibilidad de
que Cohen sea un extraterrestre o el escritor de esta entrada o el pollo
transgénico que compraste en el supermercado o incluso el vacío
cuántico que permea el espacio podría estar habitado por extraterrestres
inteligentes inmateriales, como se ha teorizado antes.
Puede ser simplemente el resultado de haber visto muchos de estos props
“extraterrestres” que toman su apariencia de la criptozoología y
siempre recurren a lo monstruoso, ¿pero acaso no es más probable que los
extraterrestres no tengan una forma explícita que se ajuste a nuestros
paradigmas de la radical otredad? ¿Por que no pensar en romboides
inteligentes de antimateria o en granos de arena conscientes de las
estrellas?