El hermano de Filomeno Sarmiento (PAN), presidente municipal de Cuautlancingo, Puebla, decidió que andar borracho era un buen día para tomar una patrulla de la policía municipal y dedicarse a detener a carros que pasaban por la localidad para extorsionarlos.
Juan Carlos Samiento se subió borracho a una patrulla, tomo el volante junto con un menor de edad como pasajero y obviamente sin uniforme decidió parar a una familia que andaba de paseo por la localidad para sacarles una lanita. El borlote se armó en las calles de Cuautlancingo y la gente comenzó a filmarlo con su celular hasta que llego un verdadero policía municipal para tratar de componer la situación.
Esta escena típica mexicana moderna se complemente con la publicidad política colgada de postes y con el agregado de prepotencia del pariente de una autoridad que al tener un poco de poder se siente con derecho de ser un pequeño tirano.