La “Maestra” Elba Esther Gordillo gastó 3 millones de dólares,
poco más de 38 millones de pesos, en la tienda departamental Neiman
Marcus, donde lo mismo puede encontrarse un vestido de 100 mi pesos que
un cinturón de 25 mil pesos: el costo de la obscenidad y la irrealidad
del lujo y sus expresiones.

Por desgracia, el lujo es mucho más
ofensivo cuando se da en un contexto en que la desigualdad es la norma:
¿cómo entender que una persona pueda comprar un bolso de más de 3 mil
dólares en un país en que el sueldo promedio mensual de un profesor
universitario ronda los mil dólares o una buena parte de la población
del país sobrevive en condiciones de pobreza extrema? ¿Cómo entender
que, en ese ejemplo, la primera persona es una “maestra” de primaria que
por el azaroso devenir de la política mexicana terminó convertida en
líder de uno de los sindicatos más poderosos de América Latina, el de
los trabajadores de la educación?
Ahora que Elba Esther Gordillo fue
apresada por la Procuraduría General de la República de México, han
vuelto a publicarse los gastos desmedidos que se ha permitido durante
las dos décadas que llevaba al frente del SNTE, la manera en que
aprovecho personalmente las finanzas de la institución para hacerse de
bienes caracterizados por su altísimo costo. ¿Qué tan difícil puede ser
comprar un cinturón de 2 mil dólares (casi 25 mil pesos) cuando cada mes
se administraban cuotas sindicales que rondaban los 100 mil millones de
pesos?
Recientemente el sitio periodístico Reporte Índigo
publicó una semblanza de los gastos que la Maestra realizó por tres
años en Neiman Marcus, una tienda departamental de origen estadounidense
que ofrece mercancías de lujo, “exclusivas”: accesorios, joyería,
cosméticos, vestidos, zapatos, objetos de decoración para el hogar y
otros, todos por precios notablemente más elevados a los que se
consiguen en tiendas comunes y corrientes. Por ejemplo, una onza de
crema facial, para una duración aproximada de 15 días, por 650 dólares
(casi 7 mil pesos).
Mirando el catálogo en línea de Neiman Marcus
y redondeando la conversión de 3 millones de dólares a 38 millones de
pesos, en Pijama Surf intentamos realizar el ejercicio de verificar cómo
se pueden gastar dicha suma en una sola tienda pero, sinceramente, la
tarea nos abrumó, terminó por sobrepasarnos e incluso por suscitar ese
hechizo del capitalismo que echa cierto velo de irrealidad sobre el
mundo cuando se comprueba que, en efecto, hay collares hechos a mano en
Bali que se venden por más de 900 mil pesos, una suma que, en el mejor
de los escenarios, una persona ve reunida solo después de trabajar
prácticamente sin descanso durante toda su vida; zapatos de 10 mil
pesos: el salario que un empleado recibe a cambio de pasar 8 o más horas
de su vida, 5 o más días de la semana, durante un mes; vestidos de más
de 100 mil pesos, el dinero con que se podría becar a un par de
estudiantes universitarios durante un año.