¿Cómo se definen las relaciones amorosas en Internet?¿Si nunca
ves en físico a alguien, se puede considerar realmente una relación?

Se debate si el Internet ha arruinado
las relaciones humanas al destruir nuestra habilidad de socializar en
persona. Varios periódicos americanos publicaron una serie de artículos
que declaraban que el final del cortejo y las relaciones largas habían
ocurrido debido a conexiones emocionales en Internet y a través
de Facebook.
La cuestión es que la facilidad con la
que podemos coquetear a través el Internet y el aumento de la misma ha
afectado el funcionamiento del matrimonio moderno. Encontrar una
definición universal para el acto del engaño es menos interesante que
comprender lo que realmente representan para
nuestro comportamiento estos actos de infidelidad en línea. Sabiduría
heredada fomenta la noción que las relaciones a través del Internet no
son reales, son fantasías intensas, versiones destiladas del deseo, o un
oscuro reflejo de nuestros deseos reales.
Por ejemplo, un hombre casado sale de
viaje por su trabajo y estando en otra ciudad, cena con una amiga.
Después, por correo electrónico, le confiesa lo que siente por ella.
Todos sabemos que el alcohol desinhibe, pero la protección de la
pantalla de una computadora también lo hace. La pantalla ofrece una
especie de valentía relativa porque muchos sienten que lo que hacen o
escriben desaparece en cuanto apagan su equipo, por lo que sus acciones
podrían ser inconsecuentes en su vida ‘real’. En fin, el hombre
rápidamente le envía correos describiendo sus fantasías a su amiga, ella
trata de decirle que no le interesa pero él lo ignora. Él le envía
entre 10 y 15 correos diarios. ¿Se puede considerar una relación real?,
¿Está engañando a su esposa? O ¿Solamente juega con fantasías como si
estuviera en un sueño?
Evidentemente, las relaciones a través
de correos electrónicos se prestan a más proyecciones que las relaciones
normales. Cuando se manda un mensaje de texto o se le escribe a alguien
que se conoce bien, el medio se presta a interpretaciones personales
-al placer unilateral de la expresión de uno- el recipiente se reduce
meramente a una idea.
Otro ejemplo, un empresario casado,
inquieto con hijos pequeños en casa envía un solicitud de amistad
en Facebook a una escritora. Ella acepta y él le manda un mensaje
diciendo ‘Gracias por aceptar. Estaba un poco nervioso al enviar la
invitación’. Ella responde ‘¿Por qué nervioso?’ a lo que él responde,
‘Las razones psicosexuales de hombre casado de siempre.’ Al poco tiempo
el comienza a tener fantasías con ellas, realmente no ella, ya que nunca
se conocieron en la vida real a pesar de tener amigos en común, pero
fantasías con la idea de ella. Esto es mucho menos dañino a la familia
que lo espera en casa que la relación antes mencionada, sin embargo
tampoco es tan inocente cómo un sueño, ya que aunque de manera
abstracta, existe otra persona.