De acuerdo con una investigación reciente realizada en
Canadá, el comportamiento del "trol" promedio de Internet se ajusta a
patrones de conducta narcisistas, maquiavelistas, psicópatas y sádicos,
en vista de que quien lo practica encuentra satisfactorio provocar el
sufrimiento de otra persona.
Como sabemos, la psicología moderna
tiene como uno de sus métodos fundamentales la clasificación, el
establecimiento de una taxonomía que permita identificar y ubicar las
muchas variantes que puede adquirir el ser humano en su comportamiento y
sus ideas. Es así que, al menos desde esta perspectiva, es posible
hablar de “personalidades” fijas, concretas, con rasgos específicos y
diferenciados; hablar, por ejemplo, del narcisista, del histérico, de la
neurótica, del masoquista y más.
El método puede ser cuestionable, pero
sin duda también se puede considerar una manera de acercarse a la
realidad psíquica y conductual, de suyo tan compleja.
Recientemente, investigadores
canadienses realizaron una serie de pruebas para examinar el llamado
fenómeno del “troleo” en Internet, esta suerte de cruzada que algunas
personas emprenden desde la lejanía de sus computadoras a veces con el
único propósito de molestar y con ello encontrar un goce solitario.
Comentarios mordaces o calculadamente ingenuos, portaestandartes de la
incorrección política y quizá también la indecencia, falsos dogmáticos
que no creen en nada, defensores de lo indefendible, los trols son sin
duda una de las especies imprescindibles en la fauna de la Red, pero no
por ello menos irritantes, divertidos mientras su peculiar ingenio no
intente corroerte.
Para efectos prácticos, el estudio
partió de la definición del troleo como “la práctica de comportarse de
una manera engañosa, destructiva o perjudicial en un entorno social de
Internet”. Con esto, se tomó a algunos voluntarios que con un perfil
definido (por ejemplo, que pasaron una buena cantidad de su tiempo en
Internet, o que acostumbraron dejar un comentario en sitios como
YouTube) y se les pidió que trolearan, esto al tiempo que los
investigadores observaban su comportamiento.
De acuerdo con esta investigación, el trol promedio de Internet es una persona que puede incurrir en narcisismo, maquiavelismo, psicopatía y sadismo,
un cuarteto caracterizado por la manipulación de los otros, el exceso
de amor propio, el goce ante el sufrimiento de los demás y, en suma, la
búsqueda de una sensación de superioridad ante el otro. Por otro lado,
estas cuatro caracterizaciones se conocen en la psicología contemporánea
como la “Tétrada Oscura” (“Dark Tetrad”), por esas mismas razones y
porque, en última instancia, se trata de comportamientos
autodestructivos que llevan la desgracia a quien así se conduce consigo
mismo y con sus semejantes.
En este sentido, algunos de los
participantes, al contestar preguntas de los investigadores, afirmaron
que disfrutaban lastimar físicamente a otras personas, bromear a
expensas de otros o tomar el papel del villano en ciertos juegos para
permitirse torturar a otros personajes.
Por otro lado, cabe resaltar que el
estudio también llama a los trols “agentes de caos” que encuentran
satisfacción en hacer explotar las emociones de otras personas (un poco
como el personaje arquetípico de “El Guasón” en el universo Batman).
De ahí también que los investigadores de
las universidades de Manitoba, Winnipeg y British Columbia finalicen su
estudio sugiriendo que quizá el troleo no es un fenómeno exclusivo de
Internet y, más bien, se trata de una expresión en este ámbito de cierto
sadismo que se vive cotidianamente.