Orgullosa, pero perjudicada: Claire Smedley tiene unos pechos descomunales que a los 16 años ya empezaron a darle problemas. En la iglesia a la que acudía, los alumnos de catequesis se reían de ella y la intentaban convencer de que se los redujera. Años más tarde, casi ahoga a uno de sus novioscuando mantenía relaciones íntimas con él.

A pesar de todo, Claire no ha hecho caso de las críticas y accidentes y se siente muy orgullosa de tener los pechos más grandes de Inglaterra. De hecho, gracias a mantenerlos, ahora puede vivir de mostrarlos en sesiones de fotos que le piden diariamente.
