La Inglaterra del siglo xvii no es tan puritana como se podría
pensar: manuales de este tipo circularon en librerías públicas y
convivieron con misales y sermones, para los amantes aventureros.

Un siglo antes de que el
divino Marqués de Sade publicara
obras que siguen sonrojando señoritas, y casi dos siglos antes de
Apollinaire y Pierre Louys, fue publicado en 1680 en Inglaterra la
traducción de una obra francesa llamada
L’École des filles (“Escuela de señoritas”) con el nombre
The School of Venus, or the Ladies Delight Reduced into Rules of Practice (“La
escuela de Venis, o el placer de las damas reducido a reglas de
práctica”); se trata de una obra literaria en diálogo y con muchas
ilustraciones que sorprende por su modernidad.

Se trata de dos personajes femeninos teniendo una entretenida charla
acerca de sus hábitos sexuales: Katherine, “una virgen de admirable
belleza” y su prima Frances, quien está casada pero es un poco más
liberal. Su diálogo nos hace ver que la sexualidad en el siglo xvii no
era tan puritana como podríamos creer en un principio, además de la
conciencia de su autor (anónimo, por cierto) sobre la relación entre
sexo y política.
Donde se discuten los nombres populares de la vagina y el pene

Las primas hablan de los beneficios de tener múltiples parejas
sexuales y de cómo no es preciso estar casado con alguien para disfrutar
de los placeres carnales; también hay especulación sobre qué pasaría
“si las Mujeres gobernaran el mundo y la Iglesia, como hacen los
hombres”, entremezclado con referencias al orgasmo múltiple e incluso a
la existencia del clítoris, al que se refieren como “la cima del Coño”
que “sobresale”.
Términos y conceptos usuales hoy en día (como “amigos con derechos”)
están insinuados en la búsqueda de un “Fucking friend” con el cual se
pueda “romper el hielo”, además de estar poblado de ideas para que las
parejas del xvii expandieran sus horizontes sexuales pues, a diferencia
de los prejuicios contra el puritanismo, no todo era la posición
misionero en ese tiempo:
a veces mi Esposo se coloca sobre mí,
y a veces yo me coloco sobre él, a veces lo hacemos de lado, a veces de
rodillas, a veces de costado, a veces por atrás… con una pierna sobre
sus hombros, a veces lo hacemos sobre nuestros pies…
Donde
Katy aprende que hay placeres incomparables y necesarios, tan lejos de
su imaginación que son como comparar el agua con el vino
A continuación una serie de ilustraciones provenientes de la última sección del manual.
El libro puede consultarse en línea aquí.
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The Appendix]