El sueño del joven Mike Stone de asistir a su baile de graduación con la pornstar Megan Piper fue destrozado por su escuela preparatoria.

Mike Stone se había consagrado como una
leyenda en la preparatoria Tartan High School, en Minnesota, luego de
que consiguiera que la pornstar Megan Piper accediera a ser su cita al
baile de graduación (prom). Sin embargo, la excitación que generó este rendez-vous y la moral conservadora impidieron que Mike cumpliera su sueño.
La dirección de la escuela emitió una
circular en la que cierra las puertas a la estrella porno Megan Piper,
de 19 años, manifestando que es persona non grata en la noche de graduación.
Megan Piper dijo a una estación de TV:
“No pensaba ir semidesnuda o nada por el estilo. Iba a ponerme un lindo
vestido de graduación”. Piper agregó que estaba conmovida por el dulce
gesto de Mike Stone (quien emitió miles de tuits para conseguir que una
actriz porno lo acompañara al baile) y que a su vez estaba cumpliendo su
propio sueño, ya que no tuvo la oportunidad de asistir a su propio
baile de graduación.
En su comunicado la escuela dijo que la
participación de la estrella porno fue bloqueada ya que “no es en el
mejor interés de los estudiantes”, porque “perturbaría sustancialmente
la operación ordenada de las actividades escolares”. Y aunque la escuela
puede tener cierta razón en estos argumentos, también es cierto que en
Estados Unidos se opera con una hipócrita doble moral en torno a la
cultura porno. Por una parte es un gran negocio que la mayoría de los
ciudadanos consumen de clóset y por otro lado es algo totalmente
indeseable en el ámbito público. Esta escisión ha hecho que incluso se rechazen donaciones para ayudar a niños a aprender a leer solo porque provenían de la actriz Sasha Grey.