El martes pasado murió Nelson Mandela, probablemente el mayor ícono de la lucha contra el racismo; su muerte fue anunciada este jueves por el presidente de Sudáfrica.
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25 de mayo de 1999, campaña electoral en Sebokeng, Sudáfrica
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Este jueves el presidente de Sudáfrica,
Jacob Zuma, anunció oficialmente el fallecimiento de Nelson Mandela,
ocurrido el pasado martes. “Nuestra nación ha perdido a su último gran
hijo”, dijo Zuma.
Mandela murió a los 95 años, después de
varios meses de permanecer en constante hospitalización por las
infecciones pulmonares que sufría desde sus años en prisión, donde
contrajo tuberculosis.
La muerte del prócer sudafricano
representa la pérdida del ícono de la lucha por la igualdad entre la
población de origen caucásico y la de origen negro en Sudáfrica,
enfocándose en combatir por métodos no violentos políticas de
segregación quem como el apartheid, establecían una diferencia entre blancos y negros, en detrimento de estos últimos.
Por encabezar esta causa, Mandela fue
encarcelado durante 27 años, hasta que en 1990 se le concedió la
libertad durante la administración de Frederik De Klerk.
Como un homenaje mínimo a este guerrero,
compartimos algunos fragmentos y palabras que demuestran la vigorosa
voluntad que mantuvo en pie a Mandela sin que nunca perdiera su
humildad, su compasión y su profundo amor por el género humano:
-Las dificultades quiebran a algunos
pero hacen a otros. Ningún hacha es suficientemente afilada como para
cortar el alma de un pecador que persiste, la de alguien armado con la
esperanza de que triunfará, así sea al final.
-Nadie nace odiando a otra persona a
causa del color de su piel, o por su pasado o su religión. La gente debe
aprender a odiar, y si pueden aprender a odiar, pueden ser enseñados a
amar, porque el amor llega con más naturalidad al corazón humano que su
opuesto.
-Si quieres hacer la paz con tu enemigo tienes que trabajar con él. Entonces se convierte en tu compañero.
-Siempre parece imposible hasta que está hecho.
-Si mi tiempo se terminara, volvería a hacer lo mismo de nuevo. Así sería un hombre que se atreve a llamarse a sí mismo hombre.
-Los líderes de verdad deben estar listos para sacrificar todo por la libertad de su pueblo.
-Cualquiera puede sobreponerse a las circunstancias y triunfar si está entregado con pasión a lo que hace.
-Ser libre no sólo es despojarse de cadenas, sino vivir de modo tal, que se respete y se fortalezca la libertad de los otros.
-El resentimiento es como beber veneno y esperar que éste mate a tus enemigos.
-Dirige desde la retaguardia y deja que los otros crean que están al frente.
-No me juzguen por mis éxitos: júzguenme por cuántas veces caí y cuántas veces me levanté de nuevo.