Los tatuajes no afectan, en modo alguno, la capacidad
intelectual, laboral o de cualquier otro aspecto del desempeño de una
persona. Para muestra, Vladimir Franz: profesor universitario, pintor y
compositor de ópera que compite por la presidencia de la República
Checa.
Los prejuicios contra las personas que
se tatúan por desgracia siguen siendo comunes, particularmente por parte
de personas que no entienden que el aspecto poco o nada tiene que ver
con la capacidad intelectual, profesional o de cualquier otro aspecto
del desempeño de una persona.
Para demostrarlo así, Vladimir Franz
—profesor universitario, pintor y compositor de ópera— decidió presentar
su candidatura para la presidencia de la República Checa. Y si bien a
Franz parecen no faltarle cualidades, hay una que al menos lo distingue
inmediatamente del resto de sus competidores y aun de casi cualquier
habitante del país: tiene la piel enteramente tatuada, desde la cabeza
hasta los dedos de los pies.
El hombre no tenía pensado incursionar
en la vida pública de su país de esta manera, pero un grupo de amigos y
admiradores lo animó para enlistarse como posible presidente de la
nación europea. Y si bien incluso en este punto lo consideró
irrealizable, cuando otras personas le ofrecieron trabajar
voluntariamente en su campaña, entonces no lo pensó más.


Además de Franz, otras ocho personas
compiten por la presidencia de la República Checa, siendo favoritos los
ex primer ministros del país Jan Fischer y Milos Zeman, cercanos ambos a
los intereses de la Unión Europea.

[Guardian]