Más allá de lo posthumano, esta mujer ha decidido
realizar un trabajo de ingeniería extremo sobre su cuerpo y mente para
volverse la perfecta muñeca de plástico.
Una mujer de California ha decidido
renunciar a todo determinismo biológico y embarcarse en una aventura
para dejar de pertenecer al género humano. Al menos esa parece ser la
premisa de Blondie Bennet de 38 años, quien afirma con suficiencia que
“lo natural es aburrido”. La modelo ucraniana Valeria Lukyanova ya no estará tan sola.
“Sólo quiero ser una perfecta Barbie. De
hecho quiero dejar de tener cerebro”, para lo cual ha comenzado un
tratamiento de hipnoterapia para dejar de preocuparse por cosas
innecesarias y enfocarse en aquellas cosas que gustan a las barbies: el
consumo, el placer, la felicidad.
Esta nota no es una broma.
De hecho, en entrevista con el Daily Mail,
Blondie afirmó: “No me gusta ser humana, si eso tiene sentido… Lo
natural es aburrido… Me encantaría ser, como, completamente de
plástico.”
Sus implantes de senos de 2000 cc. (con
un costo de £25,000 que, al igual que otras cirugías, han sido costeadas
por “admiradores”) la colocan muy cerca de su meta. A la fecha se ha
realizado cinco cirugías en los senos además de botox, lifting y otros
procedimientos “estéticos”, pero el reto final será anular su propia
conciencia a través de la hipnoterapia; luego de 20 sesiones, Barbie
comienza a sentir que está resultando: “Me siento confundida todo el
tiempo.”
Tal vez Bennett podría probar con esta píldora para reducir el IQ o volverse fanática religiosa, métodos baratos y efectivos para volverse clínicamente tonto.
Y es que la evolución de conciencia y el
aprecio por la naturaleza y su sabiduría simplemente no es para todos.
Barbie Bennett es un contraejemplo perfecto de que uno puede renunciar a
la conciencia y ser feliz: nada dicta lo contrario.