Una vez que su novia le dijo que entraría a otra tienda de zapatos, el hombre comenzó a discutir con ella y al final prefirió arrojarse desde un séptimo piso, impacto que provocó su muerte.

A veces, sin embargo, las cosas no
resultan tan bien como siempre, y el simulacro del consumo como
satisfactor se quiebra, revelando de pronto su condición prefabricada y
desechable.
En el este de China, en la provincia de
Jiangsu, un hombre prefirió suicidarse arrojándose del séptimo piso de
un centro comercial, a entrar por enésima ocasión con su novia a una
zapatería. La pareja llevaba ya más de cinco horas deambulando en uno de
estos templos contemporáneos del capitalismo y el hombre, simplemente,
no pudo más.
Por testigos y por las grabaciones del
CCTV del lugar se sabe que Tao Hsiao, de 38 años, llevaba varias horas
escoltando a su novia, entrando y saliendo de tiendas y cargando
numerosas bolsas. En algún momento del día, el hombre comenzó a gritarle
a su pareja y a pedirle que se fueran a su casa, al parecer le decía
que tenía ya suficientes zapatos, tantos como nunca podría usar en toda
su vida, y que era inútil comprar más. Ella por su parte también
respondió a gritos y lo acusó de ser un tacaño y de que con su actitud
arruinaba la Navidad.
La pelea terminó de modo imprevisible.
El hombre dejó caer bolsas y paquetes y se arrojó desde el séptimo piso
en donde se encontraba, cruzándose en su caída con los adornos propios
de la época y estrellándose al final con un impacto que le causó la
muerte instantánea.
“Removieron el cuerpo bastante rápido […], esta temporada del año puede ser de mucho estrés para muchas personas”, comentó un hombre que vio el incidente.