Investigadores de la Universidad de Washington aplican la
nanotecnología a un condón femenino capaz de inhibir los virus VIH-1 y
HSV-2 (causantes del SIDA y del herpes, respectivamente), la penetración
del esperma y después desaparecer por sí solo.
En este sentido, un equipo de
investigación de la Universidad de Washington dio a conocer el prototipo
de un condón que además de prevenir un embrazo, como cualquier otro de
su tipo, podría servir para liberar sustancias que combatan enfermedades
de transmisión sexual, especialmente el SIDA, e incluso se destruya por
sí mismo.
El desarrollo se basa en la
nanotecnlogía, específicamente en la generación de fibras de dimensiones
nanométricas a través de la reacción entre un campo eléctrico y un
fluido (técnica conocida como electrospinning). Estas fibras ya se usan para liberar medicamentos de una manera mucho más eficiente que los geles, tabletas o pastillas.
En el caso específico del condón, se
combinaron estructuras químicas y físicas de ciertos polímeros para
crear mallas de nanofibras capaces de ajustarse y controlarse en su
degradación kinética para liberar agentes contra los virus VIH-1, HSV-2
(causante del herpes) y contra el semen mismo. Al menos in vitro, el
material mostró ser capaz de inhibir la infección por VIH y la
penetración de esperma (aunque contra este se espera perfeccionar un
método para suprimir su movilidad). Por último, la técnica del electrospinning permite que este se disuelva por sí solo en un periodo de tiempo determinado (que puede contarse en minutos o días).
Cabe aclarar que, por el momento, se trata de un condón destinado solo al uso femenino.