Autoridades del Edo.Mex informaron haber encontrado un paquete
congelado, que se creía era coca
ína peo que contenía el semen del famoso
Tío Gamboín.

Las leyendas de que Walt Disney
criogenizó su cerebro en espera de ser despertado en el futuro, en una
era tecnológicamente avanzada en la que sería posible revivirlo –o
transferir el contenido de su conciencia a otro cuerpo– son abundantes y
probablemente falsas. Pero al parecer fue otro ídolo de los niños el
que utilizó el hielo para preservar su esencia y tentativamente dar a
luz a una generación de jóvenes que pudiera reproducir su encanto
memético.
El gobierno del Estado de México informó
ayer que la policía antinarcóticos descubrió un paquete frigorífico,
cerca de Atlacomulco, en un laboratorio que se creía estaba siendo usado
para el tráfico de drogas, específicamemente de cocaína y polvo de
ángel (o PCP), muy cerca del Rancho Don Catarino, perteneciente a la
Familia Hank. Después de examinar este paquete herméticamente sellado
–primeró se temió que fuera una bomba–, la policía descubrió, para su
radical asombro, que se trataba de tubos con una materia viscosa blanca,
inconfundiblemente seminal. Los paquetes llevaban impresos el nombre de
Ramiro Gamboa y el año de 2012.
Pensando que tal vez se trataba de un
mensaje codificado del narco –quienes parecen encarnar el arquetipo de
El Guasón en nuestra sociedad– la policía remitió el material a los
peritos. Los peritos lo remitieron a la AFI, y esta a su vez a la matriz
de datos de la Intepol. Al parecer la rótula no se equivocaba. Y según
declaraciones expeditas de la Agencia Federal de Investigaciones, el
material efectivamente contenía un par de litros criogenizados del semen
de Ramiro Gamboa, alias el “Tío Gamboín2.
La declaración provocó confusión ante la
prensa, puesto que en un princpio se pensó que se trataba del mote
tomado por un narcotraficante (siguiendo los pasos de “El Chabelo” y “La
Barbie”). Sin embargo, ante el estupor, autoridades informaron que el
semen había sido almacenado por una organización clandestina y que había
sido vinculado, vía pruebas de ADN, al longevo conductor de televisión
Ramiro Gamboa, leyenda de la TV infantil mexicana.
Teorías de conspiración no tardaron en
surgir en Internet. Algunos especulan que el caso se trata de un nuevo
“chupacabras” orquestado por Televisa y el gobierno del Estado de
México, que en ocasiones anteriores ha probado tener una relación
estrecha con dicha televisora. “Una telenovelizción de la realidad que,
bajo su tautología obsecuente y su taimado simulacro, busca solapar una
procaz Reforma Laboral”, dijo el crítico Johannes Ackermann. Otros
formularon la hipótesis de que El Tío Gamboín era parte de una red de
actores y políticos transhumanistas que buscaban perpetuar su propio
código sobre el crisol de la sociedad.
Sin duda un caso extraño, especialmente
para todos aquellos “nietos” del Tío Gamboín que seguramente en este
momento perciben su icónica e inmácula figura con otros ojos.